La 2017/18 suponía un gran desafío para la Sociedad Deportiva Eibar, ya que su buen rendimiento en la categoría le situó en el foco por el rendimiento de sus jugadores en la campaña anterior. Revalorizado por lo sucedido en el ejercicio previo en el que llegó a estar peleando por puestos europeos, el club tuvo que reinventarse de nuevo y construir la plantilla teniendo en cuenta el tope salarial tras la salida de hombres fuertes en el campo y la caseta.