La incertidumbre del 2020 no puede con el proyecto del Eibar

El Eibar afrontó la 19-20 con la extraña sensación de sentirse casi un veterano en la Primera División pese a ser prácticamente un recién llegado. La dificultad para permanecer en la máxima categoría del fútbol español le otorgaba un papel distinto al de otros ejercicios. Ello no hizo perder el foco a la dirección deportiva armera, consciente de que, pese a ser el 15º club con mayor número de temporadas seguidas en LaLiga tras un primer ascenso, el objetivo seguía siendo lograr la permanencia matemática cuando antes. 

El verano finaliza después de “varias buenas ventas” necesarias. Los cuatro traspasos realizados en verano de 2019 (Joan Jordán al Sevilla; Marc Cucurella recomprado por el Barcelona tras haber estado cedido en el Eibar; Rubén Peña al Villarreal, y Pablo Hervías al Valladolid) obligan también a fichar por un importe mayor que otras campañas: casi 15 millones de euros.

Garagarza, que llegó a ser entrenador de un Jagoba Arrasate que dirige a un Osasuna que comienza LaLiga asombrando en las primeras jornadas y contra el que el Eibar hace el primero de los 42 deseados puntos con los que finaliza la campaña, incorpora más piezas a su staff (20), que ya maneja una parte importante del presupuesto del club -que alcanza los 54 millones- y consigue un superávit de 11,5 millones de euros. El equipo compite contra los más grandes, se asienta en la zona media de la tabla y sigue llamando la atención a nivel mundial. Y no solo en los Medios: Garagarza imparte en Inglaterra una charla a los cerca de 150 alumnos de la International 'Sports Management, football and Coaching' de la Universidad del negocio del fútbol de Wembley .

En invierno, y tras finalizar 2019 así como la primera vuelta más cerca que otros años del descenso, el Eibar hace algún retoque, como suele ser habitual con Garagarza, con dos fichajes (Sebastián Cristóforo y Rafa Soares) pero no hay una revolución en la plantilla. «Es un mercado, bajo mi punto de vista, incómodo para los clubs que entiendo que somos pequeños en Primera. Es muy exigente, de mucho movimiento, de mucho trabajo y no es tan fácil. Hemos firmado a dos chicos con buena edad, dos chicos para presente y para futuro porque son cesiones con opción de compra», explicaba el responsable deportivo , intercambiando conocimiento con otros colegas en distintos foros

Preocupaba la situación de varios futbolistas que finalizaban contrato y varios de ellos con muchas ‘novias': Orellana, Escalante, Pablo De Blasis, Iván Ramis, Pedro León y Charles Dias. Y llegando a marzo, con el equipo situado el decimosexto a dos puntos de los puestos de descenso tras caer con el Mallorca, la competición se detiene por la crisis provocada por la covid19. 

El parón llega después de que el equipo hubiese vivido también un partido a puerta cerrada en Ipurúa, no por la covid sino por otro problema de salud pública cercano, y el equipo vuelve a competir contra el Real Madrid a domicilio. "Sería irresponsable pensar en renovaciones sin saber en qué categoría jugaremos el año que viene”, insiste Garagarza. El equipo aún no sabe cómo y cuando podrá competir

Las semanas pasan y la incertidumbre crece. La competición se retrasa y la situación contractual de varias personas en el club se complica. El momento más crítico se vive cuando Orellana y Escalante deciden irse al terminar su contrato el 30 de junio al tener atado un contrato para la próxima campaña con otros clubes. A diferencia de ellos, sí acordaron prolongar su estancia hasta que finalizase la temporada otros cinco jugadores (Ramis, León, Charles, De Blasis, y Cristóforo) que estaban en el mismo caso, al igual que Mendilibar y Fran Garagarza. 

El equipo logra la permanencia tras vencer al Espanyol en la segunda semana de julio, momento en el que otros veranos estaba el equipo de pretemporada con la plantilla casi completa. Además, se anuncia la continuidad de Mendilibar y de Garagarza, los dos pilares deportivos de la entidad. 

El modelo del Eibar sigue llamando la atención y es por ello que se rumorea que el hombre que se mantiene del éxito del ascenso, un Fran Garagarza premiado en su tierra, que relacionan de nuevo con otros clubes. Algo habitual en el fútbol cuando hay problemas en entidades que no terminan de encontrar su estabilidad y aún más cuando finalizan las temporadas

La permanencia se consigue y en Japón, allí donde el Eibar se hizo grande tras encontró hace años a Inui, siguen asombrados con la capacidad del club de reinventarse ejercicio tras ejercicio. «No me veo muchos años más en el Eibar. Es factible que esté alguno más, pero muchos es complicado. Mantenerte mucho tiempo en un club es difícil», viene avisando Garagarza que confirma su continuidad al menos otro año. Tras el punto final al extraño ejercicio marcado por la pandemia, el Eibar tiene que ponerse de nuevo a remodelar el proyecto aunque ya se ha convertido ya en el 8º club que más años acumula sin descender de categoría después de haber logrado el ascenso a Primera excluyendo a los clubes fundadores de Primera División.