Tras conseguir volver al fútbol profesional, la Sociedad Deportiva Eibar planificó el objetivo de conseguir la permanencia en Segunda División con austeridad. Así el 75% de los jugadores del Eibar cobran el salario mínimo estipulado por el convenio de Segunda División. «Preferimos que cobren todos más o menos lo mismo para impulsar la idea de ser una piña. No podemos permitirnos el lujo de traer jugadores conflictivos que afecten al equilibrio, porque nos basamos en la unidad. Sin eso no somos nada», apuntaba Fran Garagarza.